Acerca de la Asamblea
El país y la comunidad internacional recibe con esperanza la propuesta audaz del gobierno del Pacto Histórico de trabajar por una paz total, una paz con justicia social y ambiental, que ponga punto final al prolongado periodo de violencia, principalmente estatal, que ha causado tanto dolor a millones de colombianos.
Particularmente desde los años 80 diversos sectores democráticos y el movimiento plural de los derechos humanos han explorado variados caminos en busca de una solución política del conflicto; A los acuerdos de la Uribe de 1984 entre el gobierno de Belisario Betancur y las FARC, frustrados por los beneficiarios de la guerra, siguieron los pactos del Gobierno Barco y el M-19 que llevaron a la constitución del 91. Durante los últimos 30 años, una y otra vez, se han generado escenarios de dialogo para superar la violencia, sin mayores resultados, dejando sinsabores a la sociedad, traiciones a los firmantes de los acuerdos y una estela de sangre obrera, campesina, social y popular.
El proceso de diálogos iniciado en septiembre del 2012 con las FARC condujo a la firma de un acuerdo cuya implementación fue interrumpida y saboteada durante el gobierno de Iván Duque; por su parte, las conversaciones con el ELN que comenzaron en febrero de 2015 fueron suspendidas unilateralmente, también por decisión del gobierno uribista; proceso que se ha retomado en el actual gobierno de Gustavo Petro.
La USO ha acopiado una interesante experiencia en la 1a Asamblea Nacional por la Paz: Petróleo, paz y progreso para la nación (agosto de 1996) que alistó las condiciones para la apertura de los diálogos del Caguán en 1999; y la 2ª Asamblea: Territorios con energía, construyendo paz para la nación, en desarrollo de las conversaciones de paz en la Habana. Las Asambleas Nacionales por la Paz, son un espacio diverso de diálogo a muchas voces qué posibilita explorar salidas comunes a los problemas socioeconómicos y políticos, abriendo camino a la construcción social de una transición minero-energética y ambiental justa para las comunidades.
A partir de la negociación de la Convención Colectiva de Trabajo USO-ECOPETROL (2023-2026), se acordó financiar y realizar la 3a Asamblea Nacional por la Paz, en un ejercicio amplio y plural, de síntesis, continuidad y proyección del camino recorrido, en este caso priorizando el debate alrededor de la transición energética, comunidades y paz con cambios. ¿Es posible y viable el diálogo y la construcción conjunta de la paz con justicia social entre Estado -Empresas y variantes de la Sociedad Civil?
La propuesta de paz total impulsada por el actual gobierno ha tomado distancia de la práctica militarista e incorpora la visión de una nueva cultura de paz, con justicia social, integrando la naturaleza, la educación, la salud, la vivienda, el empleo, la inclusión social, entre otros como sujeto y objeto del derecho a la paz.
Convocamos a los más variados sectores políticos y sociales, a la institucionalidad, al empresariado civilista, a las comunidades de los territorios afectados por el conflicto y el abandono Estatal, a la academia, a la comunidad internacional, a encontramos en la III Asamblea Nacional por la Paz, y aportar colectivamente a la solución política del conflicto económico, social, político, cultural, ambiental y armado, desde el proceso amplio y comprometido de la participación de la sociedad.
Se trata de abordar integralmente el proceso de paz, pero, además de buscar salidas efectivas a los demás factores de violencia que afligen al país y construir un poderoso movimiento social por la paz, incluyente y plural, para la democracia y la justicia plena con soluciones sociales.
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